En Ámsterdam y sus alrededores, hay un sinfín de actividades para todos los gustos. Nuestros cuatro días en la ciudad fueron intensos, llenos de exploración y descubrimientos. Hubo varias experiencias que me impresionaron especialmente y que recomendaría a cualquiera que quiera visitar la ciudad. Desde paseos en bicicleta por los canales hasta visitas a museos icónicos, hay algo para cada viajero.
Aquí te dejo los que más nos gustaron y que nos parecen imprescindibles si visitas Ámsterdam.
Cuando mis amigos me contaron que lo que más les había gustado de Ámsterdam fue pasear, no entendí del todo, hasta que tuve la oportunidad de conocerla.
La magia de la ciudad se siente en cada esquina, gracias a sus numerosos canales que serpentean por el centro, rodeados de pintorescos puentes y casas históricas de fachadas multicolores.
Siempre que podíamos, caminábamos a todos lados, disfrutando de cada momento y descubriendo rincones encantadores que nos dejaron postales inolvidables.
Pasear por Ámsterdam es realmente una experiencia que transforma la visita en un recuerdo imborrable.
Canal de Lauriergracht
Cuando pensamos en Países Bajos es imposible que no nos venga a la mente la imagen de una bicicleta.
De hecho son las reinas de la ciudad. Tanto que cuando paseas tienes que tener cuidado para no chocarte con alguna.
Nosotros queríamos sentirnos como locales y un primer paso indispensable era el de coger una bici y recorrer las calles e la ciudad. Eso sí, una bici con frenos en el manillar.
Pasear por el centro de la ciudad puede ser un poco complicado, así que decidimos explorar los canales del sur de la ciudad para entrar en el sur y llegar hasta el molino de De Riekermolen, atravesando las verdes praderas donde pastan tranquilamente las vacas y bordeando continuamente el río Amstel.
Paseo con bici a orillas del río Amstel
Bicis aparcadas a orillas del canal Singel
Conocer una ciudad implica también conocer su historia. Y una de las mejores formas de conocer y entender la historia es a través de la vida de quienes la vivieron.
Ana Frank es uno de los personajes más conocidos de la ciudad y su diario es uno de los leídos y traducido en toda la literatura.
Explorar el escondite donde pasaron meses evitando a los nazis o leer todo lo que vivieron, intentando entender cómo se sintieron, fue una experiencia bastante sobrecogedora.
Un plan que no puedes perderte y que no deja indiferente a nadie.
Los Girasoles - Vicent Van Gogh
Me encantan los museos. Creo que muestran una parte de la cultura que no se ve en la calle. Por eso, cuando decidimos ir a Ámsterdam no dudamos en conseguir entradas para visitar el Museo Van Gogh, uno de los más importantes de la ciudad y donde se exhibe gran parte de la obra de este conocidísimo pintor.
Recomendación: Pillad audioguía. Sólo da información de algunos cuadros, por lo que no se hace pesada, y te permite disfrutar mucho más de las salas. Aporta datos y curiosidades de la vida y obra del pintor y se hace muy amena la visita.
Se nos pasaron las más de dos horas que pasamos allí volando, caminando entre obras tan famosas como los girasoles, el dormitorio en Arlés y numerosos autorretratos. Incluso si eres de la gente que no le gustan los museos, seguro que vas a disfrutar de esta experiencia.
Habíamos leído mucho sobre el encanto que tienen algunos pueblos alrededor de Ámsterdam. Y teníamos que comprobarlo.
Los molinos de Zaanshe Schans o las pintorescas y laberínticas calles de Vollendam te harán viajar en el tiempo y descubrir postales increíbles.
Conocer los inmensos campos verdes que rodean la ciudad y explorar diques como el de Marken, son planes que, si tienes tiempo, no debes de dejar pasar. Una manera de conocer mejor el paisaje y la cultura neerlandesa.
Un plan que recomendamos encarecidamente hacer y que cuando volvamos, no dudaremos en repetir.
Molinos de viento en Zaanse Schans
Si bien caminar por los canales que atraviesan la ciudad es uno de los mejores planes que puedes hacer en Ámsterdam, recorrerlos en barco es un imprescindible para admirar la belleza de la ciudad desde otra perspectiva.
Encontrarás spots muy fotogénicos y descubrirás rincones que de otra manera no podrías ver. Además te permitirá relajarte y descansar, disfrutando del viaje desde otro punto de vista.
Cruzar los siete puentes, ver el barrio rojo desde el agua o cruzar delante del museo NEMO o al lado de los elefantes del zoológicos son una experiencia imprescindible y uno de los mejores planes.
Barcos aparcados a la orilla del canal
Museo de ciencias Nemo en Ámsterdam
Antes de viajar a Países Bajos, lo más icónico que conocíamos de su gastronomía era el queso y la cerveza. Y siendo sinceros los probamos de distintos tipos a lo largo del viaje.
Y si bien la gastronomía holandesa no se reconoce por ser muy variada, sí que merece la pena probar algunos de los platos más icónicos como son las bitterballen (una especie de croquetas de carne empanadas y fritas), el haring (arenque crudo), el strampot (puré de patatas y verduras como col y zanahoria, acompañado de una salchicha) o los stroopwafels (galletas finas rellenas de caramelo o chocolate generalmente). Probar platos típicos es otra manera de profundizar en la cultura de un país.
Tampoco podemos olvidar las cremosas galletas de chocolate de Van Stapele, tan cotizadas que encontrarás colas de más de dos horas para recoger una caja. Si no quieres esperar tanto, te dejo un truco en nuestro artículo de consejos y recomendaciones.
Y aunque hablo más de la gastronomía en el artículo ¿Qué comimos en Ámsterdam? no puedo cerrar este imprescindible sin mencionar nuestro plato favorito de todo el viaje: el guiso de ternera de Restaurant t'Zwaantje.
Galletas de chocolate Van Stapeele
Guiso de ternera en Restaurant t'Zwaantje
Como buenos amantes de los atardeceres, teníamos que encontrar el mejor lugar en Ámsterdam para disfrutar de la puesta de sol. También queríamos subir a un rooftop para tener una vista panorámica de la ciudad, con sus canales y los antiguos edificios de ladrillo que los rodean.
Es por ello que decidimos visitar el mirador Adam Lookout, un rascacielos a orillas del río Amstel, que ofrece vistas impresionantes de la estación y de los canales. Pero no solo eso: dentro del edificio hay una discoteca, un restaurante de lujo y diversas actividades, como un paseo virtual por la ciudad. Probamos esto último y, aunque acabamos un poco mareados, ¡fue muy divertido!
Uno de los grandes atractivos de Adam Lookout es su columpio, el más alto de Europa. Aunque las imágenes pueden impresionar, la experiencia de montarse es aún más impactante, dejándote con una vista increíble de la ciudad.
Atardecer desde la terraza de A'DAM Lookout