Ámsterdam, con sus icónicos canales, arquitectura pintoresca y vibrante vida cultural, es una de las ciudades más encantadoras de Europa. Desde sus museos de renombre mundial hasta sus acogedoras cafeterías y exuberantes parques, esta ciudad ofrece una experiencia única que cautiva a cada visitante. En este artículo te presentamos los mejores lugares y actividades para que disfrutes de lo mejor que Ámsterdam ofrece.
Dancing Houses
Tomar una foto en las "Dancing Houses". La postal más famosa de Ámsterdam tiene de fondo las famosas "Dancing Houses", donde las inclinadas y coloridas fachadas de los edificios parecen moverse al ritmo del viento, creando un espectáculo visual encantador.
Conocer el Mercado de las Flores. El Mercado de las Flores es una parada obligada en Ámsterdam. Situado a lo largo del canal Singel, es el único mercado flotante de flores del mundo. Aquí puedes encontrar desde tulipanes hasta bulbos para llevarte un pedacito de Países Bajos a casa. Si tienes suerte y visitas Ámsterdam en primavera, te encontrarás con una colorida postal.
Pasear en barco por los canales. Un paseo en barco por los canales de Ámsterdam es una experiencia mágica que te permite ver la ciudad desde una perspectiva única, navegando por sus tranquilos cursos de agua rodeado de encantadoras casas y puentes históricos. Esta nueva visión de la ciudad fue una experiencia que nos encantó y nos parece un imprescindible si la visitas.
Explorar el Barrio Rojo. El Barrio Rojo es una de las zonas más famosas de toda la ciudad, donde puedes explorar sus famosos clubes, escaparates iluminados y callejuelas llenas de vida, descubriendo una faceta única y a menudo malinterpretada de Ámsterdam. Nosotros lo visitamos tanto de día como de noche y merece mucho la pena apreciar el contraste.
Descubrir el Museo Van Gogh. El Museo Van Gogh te lleva a un viaje íntimo por la vida y obra de uno de los artistas más influyentes, con una colección que incluye sus obras más emblemáticas y un fascinante recorrido por su evolución artística. Podrás disfrutar desde los girasoles amarillos, autorretratos y algunas de las obras más icónicas de este pintor mundialmente conocido. Es uno de mis rincones favoritos de toda la ciudad. Merece mucho la pena hacer la visita con audioguía para comprender mejor cada época y obra.
Paseo en bici por la ciudad. Durante nuestros cuatro días por Ámsterdam tenemos que admitir que nos llevamos más de un susto por alguna bicicleta que circulaba disparada. Y es que es conocida la cultura ciclista que tiene esta ciudad. Hacer una inmersión en esta cultura, recorriendo algunas calles típicas en bicicleta es un imprescindible. Y si no te atreves o no te gusta el bullicio del centro, te recomiendo que salgas de la ciudad y recorras la orilla del río Ámstel, que es justo lo que hicimos nosotros y nos pareció uno de los mejores planes del viaje.
Paseo en barco por Ámsterdam
Paseo en bici por la ciudad
Visitar la Casa de Ana Frank. La Casa de Ana Frank ofrece una experiencia profundamente conmovedora, permitiéndote caminar por el escondite donde Ana y su familia vivieron durante la Segunda Guerra Mundial, mientras reflexionas sobre su historia a través de exposiciones impactantes. Eso sí, saca las entradas con bastante antelación, que se agotan rápido.
Recorrer Vondelpark. Este parque es el lugar perfecto para escapar del bullicio urbano, con amplias áreas verdes, senderos pintorescos y un ambiente relajado que invita a hacer un picnic, dar un paseo o simplemente disfrutar de la tranquilidad. Un oasis urbano increíble y lleno de fuentes y zonas ajardinadas donde verás multitud de locales disfrutando cuando el tiempo lo permita.
Conocer el Beaterio de Begijnhof. El Beaterio de Begijnhof es un refugio histórico de calma en el corazón de la ciudad, con sus casas blancas y jardines tranquilos, que ofrecen una visión única de la vida de las beguinas en el pasado. Un lugar mágico que nos parece imprescindible conocer si visitas Ámsterdam.
Hacer una excursión a Volendam o Zaanse Schans. Desde los pintorescos molinos de Zaanse Schans, las calles laberínticas de Volendam hasta el brillo medieval de Edam. Ámsterdam está rodeada por pequeños y encantadores pueblos que no puedes perderte, testigos vivos de la historia del país. Aunque lo más eficiente es hacer una excursión por todos estos sitios icónicos, si quieres tener todo el tiempo que desees para visitarlos, no dudes en ir en autobús o tren y organizarlo por tu cuenta.
Laberinto de calles en Volendam
Beaterio de Begijnhof
Recorrer el barrio de Jordaan. Este barrio es un laberinto de calles encantadoras, repleto de boutiques independientes, galerías de arte y cafés acogedores, donde cada rincón invita a descubrir el carácter auténtico de Ámsterdam. No puedes irte sin perderte por sus calles y descubrir algunas de las mejores vistas de canales que puedas imaginar.
Descubrir los canales de Nine Streets. En el corazón de Ámsterdam descubrirás una zona de boutiques elegantes, tiendas de arte y vibrantes restaurantes. Nine Streets es un barrio con encanto en el que podrás atravesar algunos de los canales más icónicos de toda la ciudad.
Subir a A'DAM Lookout. El edificio más alto de toda la ciudad ofrece desde su terraza la mejor panorámica de todo Ámsterdam. Además, desde su columpio, el más alto de Europa, podrás sentir la adrenalina al ver el vacío bajo tus pies.
Simplemente pasear. Personalmente creo que el mejor plan que se puede hacer en Ámsterdam es simplemente pasear sin rumbo fijo, dejándose sorprender por sus pintorescas calles, descubriendo canales mágicos o plazas encantadoras concurridas por pequeñas terrazas. Te aseguro que si lo haces, acabarás amando esta ciudad.
Paseando por el barrio de Jordaan
Paseando, la mejor manera de explorar Ámsterdam
Visitar el Mural de Ana Frank. Aunque hay que coger un ferry para llegar hasta este conocido mural, esta obra de arte que rinde homenaje a Ana Frank recoge su esencia de valentía y esperanza. Aunque nosotros acabamos aquí por casualidad, nos sobrecogió y nos conmovió y creemos que merece mucho la pena acercarse y conocerlo.
Probar las galletas de Van Stapele. Estas galletas tan icónicas son un verdadero manjar. Mezcla de texturas y sabores y con mucha historia, es habitual encontrar largas colas para poder probarlas. Un lugar imprescindible para los amantes de los dulces.