La gastronomía francesa es probablemente una de las más conocidas en el mundo entero, famosa por sus platos de preparación elaborada y una mezcla de sabores exquisita.
Como siempre digo, para integrarse en la cultura de un país es esencial probar sus comidas más famosas y entender su origen e historia. Y entre los platos que nosotros probamos, merece la pena destacar los siguientes.
Bombones de Bayona
Jamón de Bayona. El producto más típico y conocido de toda la ciudad. jamón algo más dulce y suave que el que se puede encontrar en España. Ideal como aperitivo. Nos gustó, pero no es comparable con el que tenemos en la península.
Chocolate. Las distintas recetas para prepararlo vienen de las comunidades judías expulsadas de España y Portugal que se asentaron en el sur de Francia. A lo largo de la ciudad encontrarás pastelerías que lo usan parar preparar bombones y otros dulces.
Champiñones rellenos a la Vasque. Champiñones rellenos de jamón y verduras salteadas y gratinados al hornos. Nuestro plato favorito de Bayona.
Gâteau Basque. Pastel de masa quebrada relleno de crema pastelera o de mermelada de cerezas. Imprescindible probarlo si visitas el País vasco francés..
Foie Gras. Muy apreciado en la gastronomía francesa, el foie gras es hígado de pato o ganso, y se puede servir frío como paté o caliente a la plancha. En Burdeos es común encontrarlo en restaurantes y mercados locales.
Macarrons de San Juan de Luz
Canelé de Burdeos
Cannelés de Burdeos. Son pequeños pasteles con un exterior caramelizado y crujiente y un interior suave, con sabor a vainilla y ron. Son el postre más conocido y único plato originario de Burdeos. Su historia es bastante curiosa. Para clarear el vino de burdeos se usaban las claras de huevos. Para no desperdiciar la yema, las religiosas de la ciudad crearon este rico dulce, icono de Burdeos.
Macarrons de San Juan de Luz. Los macarrons de San Juan de Luz tienen una historia que se remonta a 1660, cuando el pastelero Adam los preparó para la boda del rey Luis XIV. A diferencia de los macarrons parisinos, estos no llevan relleno, siendo más simples pero igualmente deliciosos. Nos gustó mucho su textura crujiente. Si visitas la ciudad, no dudes en probarlos.
Magret de Canard. Pechuga de pato cocinada a la perfección, servida con salsas afrutadas como la de higos o frambuesa. Este plato es muy popular en la región del suroeste de Francia y lo encontrarás en prácticamente todos los restaurantes.
Ostras. En el suroeste de Francia, especialmente en la región de Arcachon, las ostras frescas son el plato estrella de mercados y restaurantes. Se sirven crudas, acompañadas de limón o vinagre de chalotas.
Dunes blanches
Plato de ostras a orilla del río Garona
Vino de Burdeos. Famoso en todo el mundo, es sinónimo de prestigio y tradición. Si visitas Burdeos y los alrededores no puede perderte una cata de vinos en alguna bodega local para conocer cómo se produce esta bebida. Y aprovecha y tómate una copa en alguna terraza con vistas al río Garona para disfrutar de la experiencia al máximo.
Axoa de Ternera. Un guiso de ternera cocinado lentamente con pimientos, cebollas y especias, incluyendo el famoso pimiento de Espelette. Aunque es una receta más típica en los pueblos de interior, nosotros lo probamos en Bidart y nos encantó.
Dunes blanches. Y no podía cerrar esta sección sin hablar de las dunes blanche. Son pequeños bocados de repostería típicos de Cap Ferret, que podrán encontrar en San Juan de Luz, Arcachon y Burdeos. Fue el postre que más nos gustó de todo el viaje, con una textura ligera y dulce que seguro que os encantará. Fue una de las grandes sorpresas gastronómicas de todo el viaje.